Ramiro Francisco Helmeyer Quevedo: Seguridad biométrica y sus ventajas para el mundo moderno
La biometría son las medidas biológicas, o características físicas, que se pueden utilizar para identificar a las personas. Si bien la clasificación de huellas dactilares, el reconocimiento facial y los exámenes de retina son todas formas de tecnología biométrica, también son las opciones más conocidas.
Debido a que los rasgos físicos son relativamente constantes y diferenciables, incluso en el caso de personas gemelas, estas se utilizan para sustituir o, al menos, ampliar los sistemas de contraseña para computadoras, teléfonos y espacios y edificios con acceso restringido.
La biometría avanzada también se utiliza para proteger documentos confidenciales. Citibank ya utiliza el reconocimiento de voz, y el banco británico Halifax está probando dispositivos que monitorean los latidos cardíacos para verificar la identidad de los clientes.
La biometría se está incorporando en los pasaportes electrónicos en todo el mundo. En Estados Unidos, los pasaportes electrónicos cuentan con un chip que contiene el iris, la huella dactilar o una fotografía digital del rostro del portador, así como tecnología que evita que lectores de datos no autorizados realicen lecturas completas (y superficiales) de los datos del chip.
Mejoras biométricas
Los escáneres biométricos se están volviendo cada vez más sofisticados. Por ejemplo, la tecnología de reconocimiento facial del iPhone X de Apple proyecta 30 000 puntos infrarrojos sobre el rostro del usuario para realizar una autenticación por coincidencia de patrones. La posibilidad de errar la identificación es de una en un millón, según Apple.
El nuevo smartphone LG V30 combina reconocimiento facial y de voz con análisis de huellas dactilares, y mantiene los datos en el teléfono para mayor seguridad. CrucialTec, un fabricante de sensores, ofrece escáneres de huellas dactilares vinculados con sensores de frecuencia cardíaca para procurar una autenticación de dos etapas. Esto ayuda a garantizar que no se puedan utilizar huellas dactilares clonadas para acceder a sus sistemas.
El desafío radica en que los escáneres biométricos, incluidos los sistemas de reconocimiento facial, no son infalibles. Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill descargaron fotos de 20 voluntarios de redes sociales y las utilizaron para construir modelos 3D de sus rostros. Los científicos lograron vulnerar la seguridad de cuatro de los cinco sistemas de seguridad analizados.
Los casos de clonación de huellas dactilares son abundantes. En un ejemplo presentado en la conferencia de ciberseguridad Black Hat, se demostró que se puede clonar una huella digital de manera confiable en casi 40 minutos con un costo de tan solo USD 10, simplemente mediante una impresión de huella dactilar en plástico de modelado o en cera de vela.
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